miércoles, 22 de abril de 2020

Gabriela Mistral / Jesús


VII

Haciendo la ronda,
se nos fue la tarde.
El sol ha caído;
la montaña no arde.

Pero la ronda seguirá,
aunque en el cielo el sol no está.

Danzando, danzando,
la viviente fronda
no lo oyó venir
y entrar en la ronda.

Ha abierto el corro, sin rumor
y al centro está hecho resplandor.

Callando va el canto,
callando de asombro.
Se oprimen las manos,
se oprimen temblando.

Y giramos a Su redor
y sin romper el resplandor.

Ya es silencio el coro,
ya ninguno canta:
se oye el corazón
en vez de garganta.

¡Y mirando Su rostro arder,
nos va a hallar el amanecer!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario