martes, 28 de abril de 2020

Nuño Júdice/ El evangelio según quien lo traduce


Dicen algunos: esta traducción, al pie de la letra, hace
que el camello entre por el ojo de la aguja. Si el ojo
es grande, el camello se desliza por el arco; si
es pequeño, la joroba no pasa.

Pero la mujer que cose el botón
de la camisa con la aguja humedeció de
saliva al camello para que pudiera entrar
por un lado y salir por el otro;

y si el camello, cuando sale del ojo de la aguja,
consigue pasar por el agujero del botón para prenderlo
a la camisa, la mujer le hace fiesta en la joroba
para que el camello no se enfade.

Y es que un botón cosido por el camello dura
más tiempo en la camisa, aunque el hombre,
cuando se vista la camisa, tenga que apretarlo
entre la joroba y el cuello del camello.

Así, el hombre entra con más facilidad
en el agujero del botón que el camello en el ojo
de la aguja; y la mujer puede lavar la camisa con
el agua del camello, cuando el hombre la desnuda.

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