lunes, 27 de abril de 2020
Wilson Pérez Uribe / Nocturno # 2, Op. 9 -Frédéric Chopin-
El cuerpo quiere ser ola y espuma. Tras las ruinas de la tarde no queda más que el consuelo de una música callada. Los libros están ordenados. Las palabras por decir ya se han dicho. El aire es ligero, está tatuado de un aroma muy lejano, tal vez sea la presencia de algo perdido. Mientras camino por la habitación, de ida y vuelta, como transitando una ruta en el desierto que imponen las cosas, llevo a cuestas la tarea de descifrar el mundo en el sonido de una palabra. Entre las manos se diluye la forma como se aprendieron a unir los vocablos en la memoria. El corazón solo sabe de esa música recobrada en un tiempo y perdida al ser escuchada. No vale preguntarle al corazón, su respuesta es la misma, un ritmo secreto que alienta en el vivir y cuyo pálpito disminuye instante a instante. El poema: el mismo hilo, la herida de una palabra, la costumbre de borrar los trazos al mirarlos. El poema: si lo pensaba era una imagen verbal vívida; si lo transcribía era un acto doloroso, una exigencia apasionada que me enfrentaba directamente con el reverso de las cosas. Tal vez nunca sabremos cómo nace el poema o cómo surge el fuego del madero.
"Cover Violin" Chopin Nocturno nº 2 in E Flat major Op.9 nº2 Andante
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
-
La creación mapuche / Tren - Tren y Kai - Kai Filú Miles de lunas atrás, antes de el genocidio coronado por la espada y la cruz en ma...
-
Abramos la dulce tierra con amor, con mucho amor; es este un acto que encierra, de misterios, el mayor. Cantemos mientras el ta...
-
Es la tarde. La jauría cazadora Perdió el rastro en la espesura. Sobre el monte Yace el puma fatigado, mientras dora Ya la lumbre de la luna...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario