sábado, 28 de marzo de 2020

Robert Graves / La mañana antes de la batalla



Hoy, la pelea: mi fin está muy cerca,
y sellada la orden que limita mis horas:
lo supe mientras caminaba ayer al mediodía
por un desierto jardín lleno de flores.
... Cantando, despreocupado, me prendí unas rosas en el pecho,
corté una rama de cerezas... y luego, luego la Muerte
sopló en el jardín desde el norte y el este
agostando toda la belleza con un aliento helado.

Miré, y ¡ah! vi de pie ante mí a mi espectro,
con la cabeza aplastada por violento golpes:
la fruta entre mis labios en sangre coagulada
se había transubstanciado, y exudaba la pálida rosa un olor enfermizo,
hasta que me pareció a través de una inundación de llanto
que hombres muertos en el cercado jardín florecían.

Versión de Rolando Costa Picazo

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