jueves, 27 de mayo de 2021

Adonis* / No el libro

El libro

para poder leer lo oculto en una rosa

y pronunciar el verbo sin palabras

 

¿Hay en verdad un libro 

o lenguajes seduciendo nuestras entrañas?

Emigramos en ellos hacia ellos

En ellos buscamos refugio

para liberar nuestra cadencia

del encadenamiento de sus ritmos

Y a ellos volvemos

para repetirlos en lenguajes distintos

 

No el libro, sino los deseos insaciables 

de las profundidades del cuerpo

y el vacío que se abriga a su sombra

 

No el libro, sino la poesía infinita

No el libro, sino el viento que lee lo escrito por las arenas

y aquello que dirá la espuma

No el libro: las rutas que a él nos llevan

son ciudades bajo llave 

No el libro, escribe tú, revuelta

el cuerpo del canto 

y grita ¡ven a mí

mi amor, bóveda celeste!

 

No el libro, las palabras son velos

Cada vez que leo, me implico más con las cosas 

Acaso me verás ascender, como por primera vez 

los escalones del libro, transformar sus espejismos, 

y convulsionar el cielo que lo alberga,

el espacio cuya sombra lo cobija

 

No el libro,

sino Adán

Adán, al fin, no es sino una herida, 

y al domeñarse, la herida se avoca

hasta el cielo, tornándose imagen 

Se hubiera dicho entonces

que se humaniza su arcilla

 

No el libro, 

sino Adán

Adán no es sino una palabra

que comprende en su composición la sangre 

Al balbucear, resbaló la man zana de su mano

 

Desde entonces, el cuerpo de la poesía 

entrega sus miembros a la locura,

el vértigo se adueñó de sus días

No el libro,

sino Adán

 

Adán , cuyo comienzo es el agua,

¿en que barro grabaste el final?

Henos descifrando el verbo en la arcilla, 

Extrayendo su agua del barro

¿Saldremos alguna vez de esta oscuridad? 

Adán, en éstas las letras de tu nombre

está el dolor de los cuerpos, la voz del tiempo 

Me enredo en ellos, de su tañer fabrico un astro

me esbozo, así mi rostro es de palabras

 

Ese rostro es la eternidad.

 

París, 1993

 

 

( Traducciónde Fernando Cisneros)

 

* Ali Ahmad Sa'ld, egresado de la Universidad de Damasco en 1954, se radica poco más tarde en Beirut y a partir de 1985 en París y en Ginebra. Es una de las personalidades más sobresalientes de la cultura árabe contemporánea. A partir de su interés por las figuras míticas del Oriente Antiguo adoptó el pseudónimo de Adonis, con el que es conocido tanto por su poesía como por su abundante obra crítica. 




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