E. Pound
Inexplicablemente
Las inmediaciones del Vesubio
Continúan habitadas
Hombres y mujeres
Duermen y despiertan
Abren sus negocios
Con una serenidad escalofriante
Debajo de Hiroshima
Encima de Sodoma
Las tres capas exactas de la extinción
Sal
Lava
Hidrógeno
Muerte con muerte y muerte
Remoción de escombros
Desenterrar
Imaginar la copa rota del volcán
Beber el trago amargo al seco espanto
Reconstruir los mapas de la profundidad
Yo no imagino la belleza de Pompeya
Sin su exterminio
Toda ella enroscada en el perro
Encadenado a su carbón
Ladrando en llaga infinita
Más allá el prostíbulo
De la Via dell’Abbundanza
La bella Smyrna
Cobrando las más inútiles monedas
Escucho el ruido del alabastro
Entrechocando al viento
Con los gritos de los niños
Atrapados en súbita ancianidad
Babel, Sodoma, Alejandría,
Jerusalem, Hiroshima, Bagdad,
Manhattan, Jenin, Ramala
Nos arrancan de la muerte individual
Lo que tememos es la muerte de la tribu
La muerte que mata al gusano
Que debió habitarnos
Arqueólogos
Retroexcavadoras
Carbono catorce
Debimos dejarla donde estaba
Preñada del Fénix y sus cenizas
Acaso sea sagrado
El espacio inmemorial
Donde se apagó la vida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario