domingo, 19 de septiembre de 2021

Orlando Mondragón / El día que mi padre dejó de caminar


El día que mi padre dejó de caminar

gritó mi nombre.

Solté lo que traía en las manos,

me acerqué corriendo.

Mi padre yacía con el cuerpo tendido,

incapaz de levantarse, secuestrado por el suelo.

Lo levanté,

                       me sorprendió lo ligero que era,

no me había percatado hasta entonces

cuánto había adelgazado.

Lo llevé hasta su cama en brazos.

Era tan pequeño, mi padre,

así, cerca de mi pecho,

tan frágil.

Fue como si hubiéramos volteado al tiempo

intercambiando papeles,

como cuando en los espejos

la mano izquierda se vuelve derecha.

Cuando lo dejé en la cama se sacudió un poco

y se enfrió mi sangre de golpe.

Yo pensaba que era una convulsión,

pero sólo estaba llorando.

Mi padre estaba llorando.

Creo que nunca antes lo había visto        

                                                 llorar.



Orlando Mondragón